Las rutinas nos ayudan también en vacaciones

Ahora que nuestros hijos están de vacaciones, seguir unas sencillas pautas diarias les ayuda a estar más tranquilos porque a los niños les gusta saber qué es lo que va a pasar, adelantarse y no estar en la incertidumbre, por eso las situaciones sorpresivas les estresan mucho. Anticiparse les transmite seguridad.

Es muy normal que estos meses que han pasado fuera de sus rutinas y además con una percepción de la realidad acompañada de los peligros de una pandemia, hayan estado más nerviosos e incluso con comportamientos peores de lo habitual.

Además, en los más pequeños, la medida del tiempo está unida a las acciones que realizan. Es la hora de desayunar, es la hora de jugar, es la hora de la ducha.. No tienen el concepto como tal todavía, es demasiado abstracto.

Es muy útil y yo he visto el beneficio que tiene sobre los niños, decirles siempre que es lo que va a ocurrir.

¿Cómo puedes hacerlo?

Con un horario básico que veamos con ellos cada día. Evidentemente no es lo mismo un niño de 3 años que de 12 o 14, pero aún así necesitan saber lo que va a pasar.

Podemos elaborar unos carteles y ponerlos en un lugar visible.

Con los más pequeños, podemos hacer carteles vistosos de actividades una tras otra, que ellos puedan mirar cuando quieran. Con dibujos lo entienden muy bien y es más visual.

Podemos verlo juntos después de desayunar y preguntarles en cada cambio de rutina ¿Qué viene ahora?. Es aconsejable seguir unas sencillas pautas que poco a poco van interiorizando y les ayuda mucho.

  • Siempre es la misma rutina. Cuanto más pequeños, más lo necesitan porque la sucesión de acontecimientos repetida les ayuda a medir el tiempo. Además, como ya te he comentado anteriormente, les ayuda a anticipar lo que va a pasar.
  • Cada actividad tiene un cierre. Por ejemplo, si era jugar con sus juguetes, antes de pasar a la siguiente, dejarlos recogidos. Podemos alentarles con palabras de ánimo o con alguna cancioncilla. Seguro que conocen alguna del colegio.
  • El cambio de actividad tiene que tener tiempo en tránsito Antes de pasar de una actividad movida (han estado jugando, en la piscina…) a una más tranquila (vienen de la calle y van a comer) conviene que vayan frenando poco a poco. Por ejemplo, ayuda que les hablemos despacio y con calma en el camino o al llegar a casa hacer las cosas que sabes que a tu hijo le calman.

Con los que son más mayores, podemos elaborar una planificación organizada con tiempos que podemos acordar con ellos y que pongan en un lugar visible. Algunas de las actividades obviamente estań en la organización familiar (comida, duchas, tareas domésticas) otras como pantallas o relación con sus amigos podéis hablarlas y acordar los tiempos con ellos, consiguiendo un horario equilibrado y consensuado que va a tener más posibilidades de cumplimiento.

Cuando hay alguna actividad fuera de la rutina: un cumpleaños, celebraciones familiares, visitas…Os aconsejo que se lo digáis con tiempo de antelación y lo pongáis en un lugar visible.

Como ya os he comentado a los pequeños les da tranquilidad y a los  mayores les ayuda a organizarse.

Este horario es más una guía de rutinas que da orden a su día a día. No te agobies. Piensa que les estás ayudando y consigues una mejor organización familiar.

Además si tenemos que dejarles con alguien porque nosotros trabajamos, a esa persona  se lo ponemos más fácil y nos quedamos más tranquilos.

Te voy a HACER UNA PROPUESTA

Esta semana elabora con tus hijos los carteles de rutinas y ponlo en práctica.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *